LA
VISIÓN DEL ENTRENAMIENTO (2)
La
vejez y las opiniones en contraposición a la revelación y la obediencia
Lectura
bíblica: Himnos,
#173
Hch. 26:19
Por lo cual, oh rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial.
1 Co. 1:10
Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis
todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis
perfectamente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer.
I.
La revelación nos lleva a la obediencia:
A.
La regulación apropiada proviene de la
revelación. Este tipo de regulación nos lleva a una obediencia apropiada.
B.
Saulo de Tarso primero recibió la
revelación celestial. Esta revelación interna lo derribó, lo subyugó, lo
restringió y lo puso en el camino correcto; y en esto consistió su
obediencia—Gá. 1:16; Hch. 26:19. Gá. 1:16 Revelar a Su Hijo en mí, para que yo
le anunciase como evangelio entre los gentiles, no consulté en seguida con carne
y sangre. Hch. 26:19 Por lo cual, oh rey Agripa, no fui desobediente a la
visión celestial.
II.
La vejez y las opiniones están en
contraposición a la revelación y la obediencia:
A.
El problema que representa la vejez de
Pedro—Hch. 10:9-14: Hch. 10:9-14 Al día siguiente, mientras ellos iban por el
camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de
la hora sexta. Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban
algo, le sobrevino un éxtasis; y vio el cielo abierto, y que descendía un
objeto semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la
tierra; en el cual había de todos los cuadrúpedos y reptiles de la tierra y
aves del cielo. Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. Entonces
Pedro dijo: Señor, de ninguna manera; porque ninguna cosa profana o inmunda he
comido jamás.
B.
El problema que representa la opinión de
Bernabé—Hch. 15:35-39: Hch. 15:35-39 Y Pablo y Bernabé continuaron en
Antioquía, enseñando y anunciando el evangelio, la palabra del Señor, con
muchos otros. Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar
a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del
Señor, para ver cómo están. Y Bernabé quería que llevasen consigo a
Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien
llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido
con ellos a la obra. Y hubo un agudo conflicto entre ellos, hasta el punto que se
separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre.
C.
El problema que representa la vejez y
opinión de Apolos—Hch. 18:24-28; 19:1-7; 1 Co. 1:12; 16:12: 18 Hch. 18:24-28
Llegó entonces a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón
elocuente, poderoso en las Escrituras. Este había sido instruido en el camino
del Señor; y siendo ferviente de espíritu, hablaba y enseñaba con exactitud lo
concerniente a Jesús, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. Y comenzó a
hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le
tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios. Y queriendo
él pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los discípulos que
le recibiesen; y llegado él allá, fue de gran provecho a los que por la
gracia habían creído; porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos,
demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo. Hch. 19:1-7 Aconteció
que mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones
superiores, descendió a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo:
¿Recibisteis al Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni
siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues,
fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan
bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en
aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús. Cuando oyeron esto,
fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo
las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y
profetizaban. Eran por todos unos doce hombres. 1 Co. 1:12 Quiero decir, que
cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo
de Cristo. 16:12 Acerca de nuestro hermano Apolos, mucho le rogué que fuese a
vosotros con los hermanos, más de ninguna manera quiso ir por ahora; pero irá cuando
tenga oportunidad.
III.
Es menester tomar medidas con respecto a
nuestra vejez y opinión:
A.
Las regulaciones del entrenamiento no dan
cabida a que haya opinión. Dichos reglamentos espontáneamente aniquilan nuestra
opinión.
B.
Debemos atender sólo a la meta principal,
que consiste en llevar a cabo el propósito de Dios.
C.
Debemos mantenernos siempre jóvenes,
nuevos y frescos, así como tener un espíritu abierto y de aprendizaje al acudir
a la Biblia.
D.
Aquila y Timoteo no expresaron opinión
alguna cuando se les pidió que hicieran algo.
Referencias:
An
Opening Word to the Full-time Trainees concerning Regulations and Opinions [Una
palabra de apertura a los entrenantes de tiempo completo en cuanto a las
regulaciones y opiniones], mensaje 2
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